La palabra «punción» causa temor en la mayoría. Esto se debe a la concepción de que cualquier procedimiento médico que incluya una aguja es muy doloroso. Sin embargo, la punción lumbar es un procedimiento común que generalmente resulta indoloro. A pesar de esto, al ser realizada en una región delicada (cerca de la médula espinal) esta práctica conlleva varios errores que es recomendable evitar.
¿Qué es una punción lumbar?
Antes de detallar los posibles errores en este procedimiento, definamos esta técnica y sus objetivos. En primer lugar, este no es muy distinto de un examen de sangre. En realidad, se realiza básicamente con los mismos recursos (una aguja) y para el mismo fin (extraer una muestra para el análisis. La diferencia sustancial entre ambos procedimientos es que la punción lumbar es realizada entre los huesos de la zona inferior de la columna vertebral, es decir, debajo de la médula espinal. Además, lo que se busca extraer, en vez de sangre, es líquido cefalorraquídeo. Mediante el análisis del mismo se pueden determinar elementos como la cantidad de glóbulos blancos, los niveles de glucosa, proteínas y bacterias o células anómalas. A su vez, estos indicadores ayudan a identificar enfermedades específicas en el sistema nervioso central.
¿En qué casos se realiza una punción?
Son variadas las razones para realizar este procedimiento. Entre las principales se encuentran las siguientes:
Para realizar las siguientes prácticas:
- Administrar material de contraste. Esto con el fin de realizar estudios de diagnóstico a través de imágenes.
- Drenar líquido cefalorraquídeo. El objetivo de esto es el de disminuir la presión dentro del cerebro.
- Administrar medicamentos como anestesia, quimioterapia o antibióticos.
También se puede realizar una punción lumbar cuando se sospecha la presencia en el paciente de las siguientes condiciones:
- Infección cerebral o de las capas que rodean el cerebro.
- Esclerosis múltiple.
- Cualquier trastorno que afecte el sistema nervioso.
- Algunos tipos de cáncer.
- Sangrado en el cerebro o la médula espinal.
Posibles errores en una punción lumbar
- No informar del procedimiento al paciente: Proporcionar poca o ninguna información acerca del proceso al paciente al que se le hará la punción. Esto puede generar escasa o ninguna cooperación por parte del paciente. Además, puede ocasionar que la práctica fracase o que haya un traumatismo en la zona.
- Iniciar el procedimiento sin esterilización de manos y material: Realizar la punción sin el adecuado lavado de manos y con material no estéril tiene consecuencias importantes. Entre ellas, la infección del paciente o el personal médico y que el examen arroje resultados falsos.
- Realizar la punción en el sitio equivocado: No atinar en el lugar adecuado para la inserción de la aguja, ocasiona en la mayoría de los casos traumatismo en el paciente. Además de esto, el entorpecimiento del diagnóstico.
- Extraer demasiado líquido cefalorraquídeo: Este error constituye uno de los más graves. Ya que retirar más líquido del necesario puede causar una hernia de la amígdala cerebelosa y compresión del bulbo raquídeo.
- No colocar vendaje compresivo luego de la punción: Si al retirar la aguja no se coloca el vendaje adecuado, la zona sufrirá una infección posiblemente. Esto gracias a la apertura a microorganismos indeseados.
Debido a las partes delicadas que son comprometidas en la punción lumbar, la técnica debe ser realizada minuciosamente. Para facilitar que se eviten los errores expuestos, te invitamos a conocer nuestro Entrenador de habilidades de punción lumbar.